Congo Actualidad n. 189

RESUMEN:

EDITORIAL: Responder a las expectativas de un pueblo

1. LA PERSISTENTE AMENAZA DEL M23

2. UNA ZONA DE SEGURIDAD ALREDEDOR DE GOMA

a. El comunicado de la Monusco

b. Las declaraciones de la Sociedad Civil y las manifestaciones en Goma

c. Las autoridades locales, civiles y militares, y la Monusco se explican

d. La Sociedad Civil cambia de objetivo y de estrategia

3. UNA CARTA DE LOS JOVENES DE GOMA A LA REPRESENTANTE DE LOS ESTADOS UNIDOS ANTE LAS NACIONES UNIDAS

4. NOTICIAS REGIONALES

 

EDITORIAL: RESPONDER A LAS EXPECTATIVAS DE UN PUEBLO

Entre esperanzas…

Desde el 14 de julio, cuando en respuesta a un ataque del movimiento rebelde ruando-ugando-congoleño del M23, en Mutaho – Kivu del Norte, el ejército nacional de la República Democrática del Congo (RD Congo), las FARDC, lanzó una ofensiva eficaz, un nuevo espíritu nació en la población, la cual retomó confianza en las fuerzas armadas del país y comenzó finalmente a visualizar el fin de un periodo de terror y desolación.

La población ha exprimido de varias maneras su apoyo a las FARDC. Ha acompañado a las tropas en el frente de batalla, aportándoles botellas de agua, les ha proporcionado información, se ha manifestado cuando se ha sospechado de un eventual reemplazo de los oficiales que han estado al mando de las últimas victorias, ha organizado colectas de víveres para apoyar a los soldados.

Otra razón para confiar se dio a finales de julio, gracias al inicio de las operaciones de la Brigada internacional de intervención creada por la resolución 2098 de la ONU, cuyo objetivo es combatir las fuerzas negativas, incluyendo el M23.

… e incertitudes

 

La declaración del 30 de julio de la Monusco, en la cual se integra la Brigada de intervención, ha sido bien recibida por el gobierno congoleño, pero en cambio, ha desconcertado la población y la sociedad civil que ésta representa. A través de esta declaración, la Monusco da un plazo de 48 horas a todos los grupos armados para desarmarse y para crear una zona de seguridad desmilitarizada, a excepción de las fuerzas de seguridad nacional, en los alrededores de Goma, un territorio ya ocupado por el ejército nacional.

Es entonces, cuando esperando el inicio de una ofensiva por parte de la Brigada de intervención contra los grupos armados, en especial el M23, que la población manifestó su profunda decepción, expresada  a través de las declaraciones de la sociedad civil, pero también a través de ataques a vehículos e infraestructuras de la Monusco. En un comunicado del 2 de agosto, la sociedad civil dio un plazo de 8 días a la Brigada de intervención para que inicie las operaciones de ofensiva contra el M23.

El gobernador de Kivu del Norte, Julien Paluku, intentó calmar la población afirmando que la creación de la zona de seguridad alrededor de Goma es solamente un primer paso en el marco de una estrategia más vasta, la cual no puede ser enteramente revelada y que tiene como objetivo, ampliar poco a poco el perímetro de seguridad a medida que las fuerzas congoleñas, con el apoyo de la Monusco, avanzan en el territorio ocupado por el M23.  El Coronel Mamadou N’Dala, se exprimió en el mismo sentido e invitó a la población a dejar a la Monusco realizar su trabajo.

Los contactos establecidos con la Monusco y las reflexiones internas, llevaron a la sociedad civil a la expiración del ultimátum lanzado a la Monusco, y a proponer en cambio, manifestaciones populares de luto en memoria de las víctimas de la guerra y manifestaciones para pedir al Presidente de la República una rápida reanudación de las operaciones militares, para recuperar en colaboración con la Brigada de la ONU, la zona controlada por los rebeldes.

Es hora que la comunidad internacional actúe

La actitud de la población de Kivu del Norte y de sus representantes demuestra que su sufrimiento ha alcanzado niveles elevados. Catorce meses de opresión del M23, toda clase de violencias, saqueos, desplazamiento de la población y asesinatos. Además, de un impresionante despliegue internacional de recursos que no han aportado la paz tanto esperada.

De todas formas, incluso con los límites y las contradicciones ligadas a las decisiones de la política internacional que repercuten en la Monusco y en la Brigada de intervención, nosotros pensamos que la presencia de la ONU es un medio de disuasión para los grupos armados y un medio para llamar la atención sobre lo que está pasando en el lugar.

Sin embargo, es necesario que la comunidad internacional pida a la Monusco y a la Brigada de intervención, ser fieles al mandato que se les ha confiado, en particular a la resolución 2098 del Consejo de Seguridad.

De igual manera, es necesario que éstas aseguren el control de las fronteras entre Ruanda, Uganda y la República Democrática del Congo,  para impedir en esta última, la entrada de militares extranjeros y el tráfico ilegal de armas y de recursos naturales. Es necesario también, que la Comunidad Internacional tome medidas eficaces, tales como  sanciones y embargo de armas, con respecto a los gobiernos de Ruanda y Uganda que apoyan al M23 en el oriente de la RD Congo.

Es hora que el gobierno congoleño actué también

 

No se puede olvidar la “debilidad” del gobierno congoleño, sometido a compromisos y a intereses privados o de ciertos grupos. La remota posibilidad de participación de la población se puso en evidencia en las últimas elecciones, aunque no ha sido el único momento. La unidad del país parece ser un ideal común, sin embargo, no pueden dejarse a un lado los impulsos y los intereses de algunos grupos regionales. El deterioro de la situación social del estado se refleja también en las FARDC, el ejército congoleño. A pesar de todo, en los últimos tiempos y debido probablemente a los distintos reportes internacionales, han habido cambios en éste ejército, lo que ha sido prueba de un compromiso claro y fuerte a favor de la identidad nacional y lo que ha recibido el apoyo de la mayoría de la población. Es importante que el gobierno congoleño continúe sin prórroga la formación de un ejército nacional realmente republicano que sea capaz de asegurar la defensa y la seguridad de la población.

Las negociaciones de Kampala entre el gobierno congoleño y el M23 deberían ser cerradas definitivamente, para aplicar los compromisos adquiridos en Addis-Abeba.

Hoy en día, nadie considera a los diferentes grupos armados como un medio de expresión de resistencia, fiel al pueblo y al bien supremo del país. Estos son más bien considerados como una consecuencia de las distintas guerras que han sido fomentadas en la RD Congo por países vecinos (Ruanda, Uganda), en vista de una hegemonía política… El M23 es una extensión de esta lógica de ocupación y de guerra en Kivu, que ha costado tanta sangre y humillaciones.

  1. LA PERSISTENTE AMENAZA DEL M23

Cuatro ruandeses bajo anonimato, han declarado a la BBC, que el ejército ruandés los reclutó forzosamente para combatir por el grupo rebelde del M23 en el este de la República Democrática del Congo. Los cuatro han indicado haber pedido asilo en Uganda luego de escapar de los combates. Entre los cuatro desertores, se encuentra un hombre que se presenta como capitán del ejército ruandés. El ha dicho haber desertado luego de ver morir a muchas personas inocentes y  ha indicado que el comandante en jefe del M23 es el presidente ruandés Paul Kagame. “Todo lo que él diga debe ser realizado”, agregó. Otro desertor, que se describe como un estudiante de medicina, declaró a la BBC que fue “secuestrado” por soldados en la ciudad fronteriza de Gisenyi en agosto del 2012 y que fue conducido al otro lado de la frontera donde tuvo que curar a más de 300 reclutas heridos en combate.  “Los llevan al frente de batalla incluso antes de que hayan terminado su formación”, declaró.  El portavoz del ejército ruandés Joseph Nzabamwita, rechazó dichas declaraciones e indicó que el haría comentarios al respecto únicamente si la BBC divulgaba los nombres de sus fuentes, agregando que los concernidos han montado sus historias con el fin de obtener el asilo. [1]

 

El 31 de Julio, cinco vehículos fueron atacados por el M23 en Kahunga, a 4 km al norte de Kiwanja. Los vehículos interceptados uno después del otro eran 2 buses y 3 camiones Fuso que se dirigían de Butembo hacia Goma. Más de cien pasajeros a borde de estos vehículos fueron despojados de su dinero, teléfonos portables, joyas y otros objetos de valor. Los insurgentes se apropiaron incluso de víveres y otras mercancías, bajo el pretexto que todo lo que ha sido saqueado hace parte del esfuerzo de la guerra. La Sociedad Civil de Kivu del Norte que condena con vehemencia los nuevos ataques del M23, hace un llamado a la CPI para abrir investigaciones sobre los crímenes cometidos por el M23 en esta zona. [2]

 

El 2 de agosto, en un comunicado proveniente de Bunagana, el M23 amenazó de retomar Goma, capital de la provincia de Kivu del Norte, si el gobierno no respeta la declaración (del 24 de noviembre) de los Jefes de Estado de la Conferencia Internacional sobre la Región de Grandes Lagos (CIRGL).

“Si el gobierno no respeta la declaración [del 24 de noviembre] de los Jefes de Estado de la CIRGL, esto nos da el poder de revisar nuestras posiciones y de traerlas de vuelta a Goma”, declaró Bertrand Bisimwa, agregando que su movimiento ha respetado su parte del contrato al retirarse de la ciudad de Goma, la cual había ocupado durante 10 días en noviembre del 2012.

“Las posiciones que nos han sido asignadas por la CIRGL, las hemos respetado. El retiro de la ciudad de Goma se hizo efectivo. Sin embargo, el despliegue de la compañía del M23 en el aeropuerto de Goma nunca se hizo y la desmilitarización de la ciudad no se ha llevado a cabo”, dijo Bertrand Bisimwa. [3]

De hecho, durante la cumbre extraordinaria del 24 de noviembre de 2012 en Kampala (Uganda), los Jefes de Estado de la región de Grandes Lagos exigieron al M23 retirarse de las posiciones conquistadas luego de su última ofensiva, detener su avance territorial y no cuestionar al gobierno de la RD Congo.  En concreto, pidieron a los rebeldes del M23  retirarse de la ciudad de Goma en un plazo máximo de 2 días (48 horas) y de situarse a aproximadamente 20 km al norte de Goma (cerca de Kibumba).  Se decidió un despliegue, en el aeropuerto de Goma, en ese entonces controlado por la Monusco, de una fuerza compuesta por una compañía de las FARDC, una compañía del M23 y una compañía de una fuerza internacional neutra que en ese entonces no había sido definida. Se decidió desplegar, en la ciudad de Goma, un batallón del ejército congoleño y uno de la policía y  encomendar a la Monusco, la seguridad de la zona comprendida entre Goma y los nuevos territorios ocupados por el M23, considerada como neutra de ahora en adelante.

A cambio, el gobierno congoleño estaría dispuesto a “escuchar, evaluar y tener en cuenta las reivindicaciones legítimas” del M23, en lo que respecta la aplicación del acuerdo firmado en  marzo del 2009 por el Consejo Nacional por la Defensa del Pueblo (CNDP) y el gobierno de Kinshasa. [4]

Como se ha podido constatar, Bertrand Bisimwa deforma y manipula a favor del M23, la información relativa a la declaración de los Jefes de Estado de la CIRGL del 24 de noviembre del 2012. Efectivamente, en ésta no se hace ninguna referencia a la desmilitarización de la ciudad de Goma. Esto fue, en efecto, una solicitud que el M23 había expuesto para retirarse de la ciudad de Goma pero que no fue aceptada por los Jefes de Estado. Además, el M23 no ha respetado la orden de retirar sus tropas situadas a 20 km de Goma como había sido previsto por los jefes de Estado. De hecho, el M23 ha mantenido siempre sus tropas a una decena de kilómetros de Goma y continuó a ocupar las zonas de Kanyarucinya, Mutaho et Kibati, de donde fueron alejados por las FARDC a mediados de julio del 2013. Con respecto al despliegue de una compañía del M23 en el aeropuerto de Goma, se trata de una táctica como la usada por el Frente Patriótico Ruandés que, en 1993, logró introducir a Kigali un batallón de 600 soldados, lo que le permitió infiltrarse en la ciudad y retomar la guerra. Además, con el despliegue de una compañía del M23 en el aeropuerto de Goma, sería muy fácil para este grupo tomar el poder sobre la ciudad si ésta estuviera desmilitarizada. Refiriéndose exclusivamente a la declaración de jefes de Estado de la CIRGL del 24 de noviembre, parece ignorar el acuerdo de Addis-Abeba, firmado el 24 de febrero del 2013 por los mismos Jefes de Estado de la CIRGL, y la resolución 2098 emitida por el Consejo de Seguridad de la ONU a finales del mes de abril, la cual implica la creación de una nueva brigada de intervención de la Monusco con el objetivo específico de desarmar, usando la fuerza si es necesario, todos los grupos armados en los Kivus, incluyendo el M23. Le amenaza del M23 de retomar la ciudad de Goma si el gobierno congoleño no respeta “sus compromisos” parece en realidad, dirigida específicamente a la nueva brigada de intervención de la Monusco que recientemente ha definido una “zona de seguridad” alrededor de la ciudad de Goma. [5]

El 3 de Agosto, en la noche del sábado al domingo, tres personas fueron asesinadas en Kiwanja, a 70 km al norte de Goma en territorio de Rutshuru. Alrededor de las 23 pm hora local, los habitantes oyeron un tiroteo y al levantarse en la mañana, descubrieron tres cuerpos sin vida en el barrio Buturande.  Mientras que el M23 presenta a las víctimas como bandidos que saqueaban tiendas, la población local indica que se trata de detenidos del M23 que éste ha asesinado en un intento de desculpabilizarse de los saqueos en Kiwanja, de los cuales se les ha acusado. Para los responsables del M23, se trata de elementos del FDLR y del Maï-Maï, que realizan saqueos en ese barrio. Sin embargo, otras fuentes afirman que las víctimas no serían bandidos. Para ellas se trata de civiles que han sido detenidos por el M23 en los lejanos pueblos de Kiwanja. El movimiento rebelde habría montado este escenario para mejorar su imagen ante la población, quien ha identificado en repetidas ocasiones a elementos del M23 como autores de los saqueos en Kiwanja la semana anterior.[6]

  1. UNA ZONA DE SEGURIDAD ALREDEDOR DE GOMA

  1. El comunicado de la Monusco

El 30 de julio, la Monusco publicó un comunicado de prensa con el tema: “Despliegue de la MONUSCO para apoyar la zona de seguridad en la región de Goma-Sake”.

Mediante este comunicado, “En Kivu del Norte, la Monusco considera a toda persona que no pertenece a las fuerzas de seguridad nacional y que tiene en su poder un arma de fuego, en Goma y en las localidades situadas al norte de la ciudad, como una amenaza inminente para los civiles. Y la Misión, desarmará todos estos individuos con el fin de imponer una zona de seguridad para proteger la región densamente poblada de Goma y Sake”

Según este comunicado, “más de un millón de civiles viven en la región relativamente estrecha de Goma y Sake, así mismo que a lo largo de la ruta que une estas dos localidades y en donde están instalados, entre otros, los campamentos de desplazados de Mugunga que albergan provisoriamente 70000 personas desplazadas por el conflicto. Desde mediados de mayo, esta región ha sufrido repetidos ataques del M23 contra las posiciones de las FARDC, en un intento aparente de avanzar sobre Goma y Sake. Durante estos ataques, el último de los cuales comenzó el 14 de julio, el M23 disparó indiscriminadamente, incluso con armas pesadas, causando víctimas entre los civiles.

Dado el alto riesgo que estos ataques representan para la población civil de la región de Goma y Sake, la MONUSCO apoyará a las FARDC en sus esfuerzos por establecer una zona de seguridad en Goma y en las localidades al norte de la ciudad. Esta zona de seguridad podrá ser ampliada y reproducida en otros lugares».

El comunicado señala que “a partir del martes 30 de julio a las 16 pm (hora de Goma), se dará un plazo de 48 horas a cualquier persona en la región que no forme parte de las fuerzas de seguridad nacional, para que entregue su arma en una base de la MONUSCO y se una al proceso DDR / RR. Pasado el Jueves, 01 de agosto a las 16 horas, dichas personas serán consideradas como una amenaza inminente de violencia física contra la población civil. La MONUSCO tomará todas las medidas necesarias, incluido el uso de la fuerza, para desarmarlas de conformidad con el mandato y las reglas de compromiso de la Misión. Esta operación, que pretende imponer una zona de seguridad, será constituida por primera vez, de elementos de la brigada de intervención de la MONUSCO que trabajarán en forma conjunta con la Brigada de la Misión de Kivu del Norte. Durante esta operación, la Brigada de intervención y la de  Kivu del Norte de la MONUSCO trabajarán junto al ejército congoleño”.

La nueva zona de seguridad comienza desde la gran barrera entre Goma y Gisenyi y termina en  la parte sur del agrupamiento de Kibati en el área de Nyiragongo, es decir, unos quince kilómetros en el eje Norte. Hacia el Oeste, parte desde de la Gran Barrera de Goma a Sake, y se extiende alrededor de 30 km.

Esta incluye la ciudad de Goma, los agrupamientos de Muja, Munigi, Rusayo, una parte de Buvira y una parte de Kibati en el área de Nyiragongo, así como la ciudad de Sake y una gran parte del agrupamiento de Kamuronza en la localidad de Masisi.

El portavoz militar de la Monusco, el lugarteniente-coronel Félix Basse, ha precisado que al expirar el ultimátum de 48 horas, “diferentes modos de acción se llevarán a cabo, tales como: acordonamientos,  registros y  la realización de patrullaje intensivo.” Al preguntarle acerca de los sitios de colección de las armas, la misma fuente dijo que se trata de bases de la MONUSCO, estaciones de la policía congoleña y fuerzas armadas de la RD Congo.[7]

El 1° de agosto, en una rueda de prensa celebrada en Goma, el comandante de la fuerza armada de la Monusco, el general  Alberto Dos Santos Cruz, afirmó que la medida para asegurar la zona de Goma-Sake y sus alrededores, tiene como objetivo proteger a más de un millón de civiles entre los cuales se encuentran los desplazados internos.

Esto es sólo el primer paso. Cada área tiene sus propias realidades. Nos adaptaremos a la situación en el terreno”, explicó el general Alberto Dos Santos Cruz, quien afirma que la creación del perímetro de seguridad es sólo el primer paso de una estrategia de reconquista zona por zona de Kivu del Norte. [8]

El mismo día, el portavoz interino de la Monusco Carlos Araujo declaró que: “la zona de seguridad no es una operación militar ofensiva y no se dirige a grupos armados específicos. Su principal objetivo es garantizar la protección de los civiles de conformidad con el mandato de la Monusco”, antes de añadir: “La zona tiene como objetivo también, de estabilizar la situación en torno a Goma para dar una oportunidad a la búsqueda de una solución política al conflicto”.[9]

El M23 afirma no sentirse preocupado por el ultimátum lanzado por la Monusco. “Esta medida no nos concierne, pues nosotros no estamos ni en Goma, ni en el eje que va de Goma a Sake”, declaró Bertrand Bisimwa, presidente del M23, agregando que “el M23 se defenderá si es atacado en sus posiciones”.[10]

Según la agencia Reuters, la ministra de Relaciones Exteriores de Ruanda, Louise Mushikiwabo, ha argumentado que el ultimátum lanzado por la Monusco sorprendió a los líderes africanos y podría truncar las conversaciones de paz que se llevan a cabo en Kampala. Cabe anotar que Ruanda es sospechado de apoyar al M23, lo que ha sido desmentido por Kigali.[11]

b. Las declaraciones de la Sociedad civil y las manifestaciones de Goma

El 1 de agosto, la sociedad civil de Kivu del Norte afirmó durante una declaración que « la decisión de la Monusco dista mucho de ser una respuesta a las expectativas de la población civil víctimas del activismo del Movimiento 23 de marzo (M23), las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR) , la Alianza de Fuerzas Democráticas del Ejército Nacional para la Liberación de Uganda  (ADF-NALU/AL-SHABAAB) y otras milicias locales.

La sociedad civil cree que la brigada de intervención de la MONUSCO, en lugar de poner en marcha un seguimiento contra las Fuerzas Negativas en la región, pretende contarles una milonga y sigue así perdiendo el tiempo, sin acordarse de que su mandato es de tan solo un año. Critica también la posición del Gobierno congoleño de consentir esta decisión de la Monusco, aunque sabe perfectamente que el área designada/objeto por la Misión ya está conquistada por las Fuerzas Armadas de la República Democrática del Congo (FARDC).

La Coordinación de la sociedad civil de Kivu del Norte ha calificado de “maniobras dilatorias” la actuación de la Fuerza de la MONUSCO y por ello insta a toda la población a mantenerse alerta.

Denuncian cualquier posible intento de treguas impuestas a las FARDC, en beneficio de “supuestas” negociaciones con el M23, conocido como “fuerzas negativas”.

A partir de hoy, la sociedad civil de Kivu del Norte da una semana a la Brigada de Intervención (FIB) para que comience su acción ofensiva. De lo contrario, instará a la población a alejarse de ella y a llevar a cabo acciones de gran envergadura para que actúe y si no, le pedirá que se retire.

Las fuerzas vivas de la región, reiterando su apoyo a las FARDC, hacen un llamamiento a los congoleses que vivan en el país así como a los de la diáspora para que colaboren desde un punto de vista moral, material y financiero a favor de los militares que se encuentran en el frente y que demuestran durante estos días su valentía honrando a la nación congolesa. Por último, la Coordinación pide al gobierno central que acelere la formación de reclutas para que vengan un poco antes a dar su apoyo a sus predecesores en la liberación del territorio nacional frente a la agresión ruanda-ugandesa”.

El 2 de agosto, algunos jóvenes de la ciudad de Goma, entre ellos algunos motoristas, se han echado a la calle para exigir que el área de seguridad impuesta por la Monusco se extienda más allá de Goma y Sake, sobre todo hacia Rutshuru. “Ahí es donde se encuentran los rebeldes [del M23] a los que hay que desarmar”, afirman. Por la mañana, en el barrio de Birere, cerca del aeropuerto, los manifestantes han apedreado un convoy de la Monusco ha y la policía ha intervenido para dispersarlos con gas lacrimógeno.

Según los manifestantes, al establecer el famoso “área de seguridad” en los territorios ya controlados por las FARDC, la Monusco ha desvelado que reconoce implícitamente el pleno derecho del M23 de administrar los territorios bajo control. Esto podría suponer un paso más en el plan de balcanización de la RD Congo. Según la población, un área de seguridad de tan solo 20 km alrededor de Goma no tiene ningún sentido, ya que el hecho de otorgar a los rebeldes el “derecho” de ocupar, o de administrar algunas zonas, aunque sea de manera provisional, supone balcanizar el país trazando silenciosamente una nueva frontera al este. Además, consideran que las operaciones que se han de llevar a cabo contra todas las fuerzas negativas deben abarcar toda la región.

El 3 de agosto, la sociedad civil de Rutshuru y de Nyiragongo emitió una declaración titulada: “Contra el ultimátum lanzado por la Monusco a los grupos armados y la creación de un perímetro de seguridad el 31 de julio de 2013” donde recuerda que “la población de Rutshuru y de Nyiragongo ha pasado un año y cuatro meses al servicio del M23 con consecuencias desproporcionadas, especialmente matanzas de hombres, violencia sexual contra mujeres y niñas, tortura, reclutamiento forzado de niños y jóvenes, raptos, detenciones arbitrarias, saqueos, empobrecimiento intencionado por la creación de rescates y tasas ilegales, etc.”.

La sociedad civil recuerda que “la población de Rutshuru y de Nyiragongo está siendo masacrada ante la mirada de la Monusco, como ocurrió en la época del Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP) el 5 de noviembre de 2008 bajo la presidencia de Laurent Nkunda, cuando más de 150 personas fueron asesinadas en Kiwanja y 15 en Nyiragongo/Kibumba el 8 de diciembre de 2008, bajo el conocimiento de contingentes indios situados en esos territorios”. Y añade: “Actualmente, frente a todo el sufrimiento que el M23 impone a la población de Rutshuru y Nyiragongo,  que además ha sido recogido en el informe de los expertos de Naciones Unidas, encontramos muchas ambigüedades relacionadas con la aplicación del mandato de la brigada de intervención que terminan con numerosos aplazamientos desde el inicio del trabajo que se le ha encargado a través de la resolución 2098. Como si esto no fuera suficiente, en lugar de que comenzar el seguimiento/persecución de las fuerzas negativas (entre las que se encuentra el M23) tal y como está estipulado en la resolución 2098, la brigada internacional acaba de sustituir a la policía nacional creando un perímetro de seguridad en una zona controlada por las fuerzas del orden de la RD Congo, en lugar de llevarlo a cabo en Rutshuru y Nyiragongo, donde la gente está cayendo como moscas y sin ninguna asistencia”.

En este contexto, “la población de Rutshuru y de Nyiragongo considera que la brigada internacional escupe sobre (la tumba de) sus muertos y desconfía de todo su sufrimiento; que el mandato de la brigada internacional ha dejado de ser ofensivo para dejar a la población frente a un sufrimiento impuesto por la Policía Nacional Congoleña (PNC) y las FARDC; que las Naciones Unidas se contradicen cuando piden al gobierno congoleño que negocie con un grupo armado que califican como un grupo negativo; que el gobierno congoleño ha abandonado a la población de Rutshuru y Nyiragongo, concediendo al M23 estos dos territorios”.

Para finalizar, la sociedad civil desea señalar a la atención de la comunidad nacional e internacional la falta de voluntad del gobierno congoleño y de la brigada de intervención para poner fin al M23. Por ello, de cara a este largo sufrimiento, la población de Rutshuru y Nyiragongo cree que si no se pone en marcha pronto la persecución del M23, es urgente que ella misma se haga cargo.

En resumen, “el conjunto de la población de Rutshuru y Nyiragongo informa a la opinión nacional e internacional de que va a emprender acciones de gran envergadura en los próximos días para escapar, ya que la actitud del gobierno congoleño y de la Monusco nos recuerda que no se libera a un pueblo, sino que es el pueblo el que se libera a sí mismo”. 2

 

c. Las autoridades locales, civiles y militares, y la Monusco se explican

Frente a todo este revuelo, el gobernador de Kivu del Norte ha hecho un llamamiento a la calma. “El área de seguridad sigue siendo flexible”, declaró. “La Monusco ha dicho que hay 3 fases. La primera fase se ha dado a conocer a la opinión pública. Las otras dos fases están bajo el secreto profesional. Ahora que las unidades que constituyen la brigada de intervención ha llegado a Goma, es completamente normal que la zona en la que se han instalado sea  considere principalmente como una zona restringida a todo grupo rebelde, porque será la base de retaguardia para las próximas operaciones, […]. Cuando comiencen las operaciones, la Monusco ha de estar segura de que no hay ningún elemento perturbador en su base de retaguardia. En eso consiste la táctica y la estrategia de la Monusco”, explicó el gobernador antes de añadir: “La línea roja que ha trazado la Monusco es flexible. Cada vez que dos o tres localidades conquistadas por la coalición FARDC  elementos de la Monusco, la línea roja tendrá que trasladar”.

El coronel Mamadou Ndala, comandante de las fuerzas congoleñas en el frente, también ha explicado que “la Monusco actuaba por etapas y había que dejarla intervenir”. Asimismo, ha insistido sobre el hecho de que no tenía que haber tensiones étnicas: una alusión a la hostilidad de algunos habitantes frente a la comunidad ruandesa, a la que pertenecen una gran parte de los rebeldes del M23. Tras estas declaraciones, la multitud se dispersó y la calma volvió a Goma.

En el área de seguridad delimitada por la Monusco se ha observado una cierta tregua desde el jueves por la noche. En la ciudad de Goma no se ha oído ningún disparo durante la pasada noche, contrariamente a hace dos o tres días. En Sake, una autoridad local corroboró esta cierta tregua añadiendo que la población local esperaba ver los efectos concretos de este ultimátum.

 El 4 de agosto, en respuesta al ultimátum de la sociedad civil de Kivu del Norte, que había dado como plazo a la Monusco hasta el jueves 8 de agosto de 2013 para ejecutar su mandato de desarmar a los rebeldes e ir más allá de Goma o retirarse, el jefe de la oficina provincial de la Monusco en Goma, Axel Queval, ha reiterado que la Monusco tiene como deber desarmar a los grupos armados y que el área de seguridad se extenderá a otras regiones, pero que se debe llevar a cabo cuando todo esté listo de manera progresiva, etapa por etapa, si se quiere obtener un resultado positivo. Ha añadido que “la brigada aún no está completa pero hemos decidido de todas formas empezar con las operaciones. Vamos a continuar según un calendario militar en total colaboración con el gobierno congoleño y con las FARDC. Sin embargo, no podemos desvelar el avance de las operaciones militares que vamos a emprender”. Ha pedido a la población que no se enfrente a la Monusco, ya que esto supondrá impedirle hacer su trabajo. “Si queremos que la Monusco trabaje mejor, no hay que romper su material. Está claro que cuanto más rompemos, cuanto más quemamos los coches de la Monusco, más beneficiará a los grupos armados”, dijo. Finalmente ha subrayado que “la Monusco no obedece a las órdenes de la sociedad civil, pero que está dispuesta a dialogar con ella. Por norma, sus interlocutores son las autoridades congoleñas, las FARDC y también la PNC”. Con este propósito, desalentando al mismo tiempo los actos de vandalismo contra la Monusco, algunos observadores señalan que la población tiene derecho a protestar cuando el comportamiento o la ambigüedad en la forma de actuar de la Monusco no le parece bien.

La federación de la Unión por la Democracia y el Progreso Social (UDPS) de Goma insta a los habitantes de Kivu del Norte a no recurrir a la violencia para manifestarse contra la Monusco. Este llamamiento tiene lugar la víspera del final del ultimátum de una semana que la sociedad civil dio a la misión de la ONU. El presidente federal de la UDPS, Rubens Mikindo, afirma que la sociedad civil se ha confundido de blanco, añadiendo que la Monusco ha sido “invitada” por el gobierno. Lamenta “la dimisión del gobierno congoleño debido a la cuestión de la seguridad en el este del país”, e invita a la sociedad civil a “llevar a cabo acciones concertadas con la misión de la ONU”. Además, Rubens Mikindo pide a la población “que no caiga en la trampa de los agitadores” y de no acudir a la violencia para reivindicar sus derechos.

Asimismo, el presidente federal de la UDPS cree que la Monusco tendría que haber informado mejor de su estrategia a seguir para evitar los movimientos de la población. 9

Tras las manifestaciones anti-Monusco del viernes 2 de agosto y tras el ultimátum de la sociedad civil, el Comandante de la Brigada de intervención, el General James Aloisi Mwakibolwa, quiso conocer a los representantes de la sociedad civil de Kivu del Norte para tratar de disipar las discrepancias entre ambas partes. La conversación ha girado en torno a los puntos especificados en el comunicado de la sociedad civil del 1 de agosto. Dicho comunicado denunciaba la restricción del área de seguridad en Goma y Sake, así como que la Brigada empiece inmediatamente con la persecución de los grupos armados, incluido el M23. La delegación de la sociedad civil se componía de 6 personas con el presidente Thomas D’Acquin Mwiti a la cabeza. El General Mwakibolwa dijo a sus interlocutores que «impedir a la Monusco hacer su trabajo es como servir a los enemigos del país ». Este mensaje terminó convenciendo a la sociedad civil. Se ha organizado otra reunión de intercambio. Por su parte, la delegación informará a su plataforma antes de hacer otra posible declaración. 10

d. La sociedad civil cambia de objetivo y de estrategia

El 8 de agosto, la sociedad civil de Kivu del Norte, tras haber amenazado los días previos a la Monusco por medio de “acciones de gran envergadura” si no ampliaba el área de seguridad de Goma-Saké hacia los territorios ocupados por los grupos armados (principalmente el M23), se ha retractado y ha señalado más bien a la “posición de debilidad” de la estrategia gubernamental congoleña como la responsable de la inseguridad que aún persiste en Kivu del Norte. A lo largo de la mañana, a través de Radio KIVU1, el presidente de la sociedad civil de Kivu del Norte, Thomas D’Aquin Mwiti, ha afirmado que “la Monusco hace bien su trabajo, que su intención es buena y que querría actuar, pero solamente si las autoridades congoleñas le dan la autorización”, añadiendo que el ultimátum que se le dio hace una semana ya no tiene sentido. Además, ha establecido lo siguiente: “Desde ese ultimátum, nos hemos reunido 5 veces con las autoridades civiles y militares de la Monusco. Antes había una falta de comunicación entre nosotros, pero ahora ya no hay más consignas de parte de la sociedad civil para organizar manifestaciones contra la Monusco”. Según él, “es el gobierno quien debe actuar y hay que volverse hacia él. Necesitamos empezar ya las negociaciones con nuestro gobierno, que también tiene que ejercer su papel”.  11

En un comunicado de prensa firmado por el mismo presidente Thomas D’Aquin Mwiti y publicado por la tarde, la sociedad civil de Kivu del Norte a decretado un día de luto en Kivu del Norte el martes 13 de agosto de 2013, en recuerdo de las víctimas de esta guerra, y también para pedir al Presidente de la RD Congo que vuelva a ordenar las acciones militares para recuperar las zonas bajo control de los rebeldes y sobre todo de Nyiragongo-Rutshuru, con la ayuda de la brigada de la ONU. Tras la declaración de guerra del M23 para retomar la ciudad de Goma, la sociedad civil pide al gobierno que pare oficialmente las negociaciones de Kampala.

Otras organizaciones de la sociedad civil han propuesto 3 días de duelo, a partir del 9 de agosto en recuerdo de las personas “asesinadas o secuestradas” por los grupos armados activos en la región. “El viernes, será un día de luto en toda la región; el sábado se deberá vestirse de luto y el domingo será una jornada de reflexión durante la cual tendrá lugar la celebración de cultos religiosos”, ha declarado un portavoz de la SCNK, Omar Kavota. “La semana que viene pueden producirse otras acciones –in crescendo- si no hubiera una evolución positiva por parte de la Monusco, la Misión de la ONU para la estabilización de la RD Congo, en la que colabora la brigada de intervención”, ha añadido Kavota. Sin embargo, no ha precisado el tipo de acciones que podrían llevarse a cabo. 12

El 10 de agosto, la coordinación urbana de la sociedad civil de Goma se ha reunido en un pleno extraordinario. La población de la ciudad de Goma pide a la sociedad civil que lleve a cabo acciones de mayor envergadura para lograr instaurar la seguridad en Kivu del Norte. Durante esta reunión, un grupo de jóvenes moteros ha protestado frente a la sala a la espera de una consigna para la puesta en marcha de acciones. La sociedad civil, por su parte, afirma que orienta a la población a convocar manifestaciones pacíficas y sin violencia. Sin embargo, una parte de la población sigue amenazando con manifestarse para hacer presión, principalmente contra la Monusco, para obligarla a llevar a cabo operaciones ofensivas contra el M23. Consciente de esta tensión, la sociedad civil urbana de Goma se plantea la posibilidad de sensibilizar a la población para evitar revuelos. 13

3. CARTA DE LOS JÓVENES DE GOMA PARA LA REPRESENTANTE DE LOS ESTADOS-UNIDOS A TRAVÉS DE LA ONU

El 25 de julio, jóvenes congoleños de Kivu del Norte (estudiantes y trabajadores de distintas profesiones), militantes en el movimiento ciudadano “Lucha por el cambio” han enviado una carta a la representante de los Estados-Unidos en la ONU, la embajadora Rosemary DiCarlo. En ella decían: “la impaciencia de la población de Kivu del Norte frente al letargo de la MONUSCO y las prórrogas de la comunidad internacional”.

Piden al Consejo de Seguridad  al conjunto de la comunidad internacional:

– El abandono de las presiones y de todo tipo de apoyo a favor de las “negociaciones de Kampala” entre el gobierno congoleño y el M23;

– Una presión diplomática sobre el M23 y Ruanda para la rendición del mismo;

– La puesta en marcha de la brigada de intervención y el fin de la misión de neutralización de los grupos armados como muy tarde en marzo de 2014;

– La reducción de efectivos de la MONUSCO asignación de medios económicos para la reforma del sector de seguridad de la RD Congo, a través de un mecanismo ad hoc bien coordinado y un plan bien definido;

– El establecimiento de un calendario en el que se comprometa totalmente a corto plazo (pasar catorce años en RD Congo sin restablecer la paz son demasiados);

-El fin de la impunidad de los crímenes cometidos en RD Congo desde hace más de 20 años por el arresto y juicio de los principales autores, entre los que se encontraban algunas altas autoridades civiles y militares ruandesas y congolesas;

– La aplicación de duras sanciones contra Ruanda y sus dirigentes civiles y militares por su implicación reconocida en la desestabilización del este de la RD Congo;

-La subordinación de la cooperación y de la ayuda internacional directa a la RD Congo, Ruanda, Uganda y Burundi para progresos concretos en la aplicación de las reformas esperadas y para que se respeten los compromisos adquiridos a nivel regional e internacional;

1-      Según estos jóvenes, el Acuerdo marco de Addis Abeba para la paz, seguridad y cooperación en la RD Congo y la región, así como la Resolución S/RES/2098 adoptada por el Consejo de Seguridad de la ONU, han dado la esperanza de la posibilidad de restablecer finalmente de forma duradera la seguridad, estabilidad y la paz con las que no cuenta el este de la RD Congo desde hace más de veinte años.

2-      Sin embargo, se puede comprobar que a día de hoy, no se ha producido ningún avance concreto, ni han comenzado las operaciones militares de “neutralización de los grupos armados” por parte de la Brigada de intervención que empieza el quinto mes de su mandato de doce meses, ni la aplicación de reformas por las que las autoridades congoleñas se han comprometido por enésima vez (reforma del sector de seguridad, descentralización, democratización, reformas en la gestión económico, etc.), sin hablar de las elecciones locales que se esperan desde 2006. A todo esto se le añaden las recientes promociones de Generales en el ámbito de las Fuerzas armadas de la RD Congo, que no han tenido en cuenta para nada la necesidad de apartar de esta institución a los presuntos autores de crímenes internacionales, de corrupción, de tráfico ilegal de todo tipo,  de ponerlos a disposición de la justicia. Las partes signatarias violan constantemente las disposiciones pertinentes del Acuerdo marco. Este es el caso de Ruanda, que sigue apoyando de manera importante el M23 y que acoge a cientos de sus miembros, como al antiguo presidente Runiga Lugerero, y a oficiales como Ngaruye Baudouin que están sujetos a sanciones de la ONU.

3-Además, las declaraciones de Ban Ki-Moon, Secretario general de la ONU, y las de Mary Robinson, enviada especial a la Región de los Grandes Lagos, que privilegian a las negociaciones de Kampala, no tienen nuestro consentimiento ni el de la mayor parte de los congoleños. En primer lugar, porque ya ha habido negociaciones y acuerdos en el pasado que han llevado a la proliferación de los grupos armados y a la distribución de primas a los criminales en lugar de al fin de la violencia. Seguidamente, porque está claro que Ruanda es, desde el principio, el principal instigador de la rebelión del M23 (recientemente, los Estados Unidos lo han reconocido de manera explícita). ¿De qué sirve negociar con los dirigentes del M23 que son los emisarios de esta guerra? Y por último, ¿Por qué debemos presionar la reanudación de las negociaciones con un movimiento que no quiere entregar las armas, que ha tomado como rehén a millones de poblaciones civiles y que cada día comete innombrables atrocidades? Este tipo de toma de posición por parte de los responsables de la ONU hacen crecer la duda acerca de la voluntad de la comunidad internacional para contribuir realmente al restablecimiento de la paz sostenible en nuestro país.

4-Los acontecimientos que han tenido lugar en la ciudad de Goma los días 18 y 19 de julio, en los que la población ha atacado abiertamente a los convoys de los Cascos Azules de la MONUSCO, se pueden considerar de formas diferentes. Por nuestra parte, no aprobamos ningún acto de violencia venga de donde venga o sea cual sea su finalidad. Pero estos actos traducen la impaciencia de la población, que cree que la presencia de la MONUSCO ha durado demasiado y sin ningún resultado concreto, incluso después del fortalecimiento. Si la comunidad internacional no tiene cuidado, esta impaciencia podría llegar a límites insospechados de cara a ese letargo de la MONUSCO, cuya opulencia y medios humanos y materiales solo puede ofuscar la sensibilidad de un Pueblo en el que falta de todo.

5-El llamamiento que hicieron el 23 de julio de 2013 los Estados Unidos a Ruanda para poner fin a su apoyo al M23 y retirar a sus militares del este de la RD Congo es una señal importante, aunque haya llegado tarde. Pero la comunidad internacional ha de ir más lejos y llevar a cabo duras sanciones contra los regímenes y las personas que contribuyen a alargar los conflictos, violencias y saqueos de recursos naturales en el este de la RD Congo. Dichos regímenes y personas son muy conocidos por la mayoría, así como sus acciones bien documentadas tanto en el informe del Project Mapping como en los de Grupo de Expertos de la ONU (S/RES/2078), así que en diversos informes de ONG internacionales creíbles. No habrá paz sostenible en esta región mientras las personas que aplauden estos crímenes desde hace 20 años queden impunes y respetadas, sea cual sea la razón.

6-Habida cuenta de lo anterior, nosotros, los jóvenes congoleños militantes del movimiento ciudadano “Lucha por el cambio”, pedimos al Consejo de seguridad de la ONU y al conjunto de la comunidad internacional lo siguiente:

– El Consejo de seguridad ha de asegurarse inmediatamente de que, efectivamente, la Brigada de intervención aplica su mandato de neutralización de los grupos armados y para la imposición de la paz, tal y como está previsto en la Resolución S/RES/2098.

– el Consejo de seguridad ha de fijar un plazo tras el cual la Brigada de intervención y la MONUSCO deberían haber cumplido su misión y dejar la RD Congo, y de esta manera actuar en consecuencia. Rechazamos estar bajo la tutela permanente de la comunidad internacional;

– las negociaciones de Kampala tienen que abandonarse definitivamente ya que están lejos de constituir una salida creíble y sostenible a la crisis. Y porque solo particularizan de manera indebida un grupo armado;

– la reducción considerable de los efectivos de la fuerza común de la MONUSCO debe permitir ahorrar medios para que éstos se dirijan a la reforma del sector de seguridad;

– Se deben llevar a cabo las sanciones oportunas contra Ruanda y sus dirigentes civiles o militares por parte del Consejo de Seguridad así como por el resto de estados e instituciones internacionales para poner fin a las aventuras de este país que creen que tienen derecho a todo en el este de la RD Congo;

– Es necesario poner fin a la impunidad de los principales autores directos o indirectos de los crímenes cometidos en la RD Congo, incluidos los que ocupan actualmente funciones importantes en el ámbito de los gobiernos y de los ejércitos de Ruanda, de la RD Congo, de Uganda y Burundi. Hay que pararlos y juzgarlos más allá de una simple congelación de activos para dar ejemplo. La comunidad internacional tiene a su disposición diversos informes bien guardados que convendría explotar de forma útil (el informe del Project Zapping, los informes del Grupo de Expertos, los de los relatores especiales… no han de caer en saco roto);

–          La búsqueda de la cooperación y de la ayuda directa por parte de la comunidad internacional a los gobiernos congoleses, ruandeses, ugandeses y burundeses debería estar condicionada a la realización de progresos concretos en la aplicación de las reformas esperadas, así como al respeto de diferentes acuerdos tomados a nivel regional e internacional.

 4. NOTICIAS REGIONALES

 

 

El 17 de julio, el Secretario Ejecutivo de la CIRGL, el Profesor Ntumba Lwaba, estaba en Kampala antes de asistir a una “reunión en Addis-Abeba junto al Banco Mundial, los ministros de Finanzas y todos los colaboradores para el desarrollo, con el fin de evaluar la forma de consolidar la paz mediante proyectos de integración regional”. Dijo que la integración económica puede estabilizar la región de los Grandes Lagos. Según él, “el problema de la región tiene un fundamento económico muy importante. Se debe ser consciente que los persistentes conflictos en la región de los Grandes Lagos se deben a que es una región bendecida. Se ha hablado de la maldición de los recursos naturales pero debe hablarse de la bendición. Hay que ver cómo construir y consolidar juntos la prosperidad de la región, protegiendo lo que podemos llamar los bienes comunes regionales. Es el caso por ejemplo de la represa de Ruzizi. Durante la duración del conflicto, nadie atacó esta represa. Los bienes comunes regionales son por ejemplo los yacimientos de petróleo que podemos explotar juntos en el lago Alberto. Lo es también el gas del Lago Kivu”. [12]

El 25 de julio, el gobierno congoleño dijo haber enviado por vía diplomática a la República de Ruanda, tres órdenes internacionales de detención contra cuatro de sus nacionales refugiados en Ruanda.  Se trata de cuatro responsables del Movimiento del 23 de Marzo (M23), Jean-Marie Runiga, ex presidente del M23, el coronel Baudouin Ngaruye, el teniente coronel Eric Badege y el coronel Zimurinda Innocent. Al ser también el blanco de sanciones de la ONU (prohibición de viajar y congelación de activos), éstos responsables del M23 están procesados por “constitución de un movimiento insurreccional, crímenes de guerra y contra la humanidad”. Se les acusa de asesinatos, encarcelamiento, torturas, violaciones, esclavitud sexual, persecución por motivos étnicos, reclutamiento y uso de niños menores de 15 años. El gobierno congoleño dijo que Ruanda ha ratificado el marco-acuerdo de Addis-Abeba el pasado febrero, el cual lo compromete a no acoger o dar protección a los acusados de crímenes de guerra o personas bajo el régimen de sanciones.[13]

El 31 de julio, en la cumbre extraordinaria en Nairobi, Kenia, los Jefes de Estado de la Conferencia Internacional de la región de Grandes Lagos (CIRGL) han abogado por una “pronta conclusión” de las conversaciones en Kampala entre el gobierno congoleño y el M23. Estas conversaciones, iniciadas a comienzos de diciembre del 2012, están estancadas desde hace varios meses. Los Jefes de Estado de la región de los Grandes Lagos han pedido al comité de jefes del Estado mayor de la región, de encontrarse con el comandante de la Fuerza de la Monusco y de la Brigada de Intervención, con el fin de establecer un vínculo entre esta brigada y el Mecanismo de seguridad de la CIRGL. Los Jefes de Estado de la CIRGL incitan a los Estados contribuyentes de esta brigada a acelerar el despliegue de esta fuerza “para que sea plenamente operativa lo antes posible y a más tardar el 1° de septiembre del 2013”. También hacen un llamado a todos los Estados miembros de la CIRGL a “respetar el Protocolo de no agresión y de defensa mutua, en particular, de no apoyar los grupos armados ilegales que operan en los territorios de los otros miembros”. Kigali es acusado de apoyar la rebelión del M23, que obra con severidad en el Este de la RD Congo desde mayo del 2012. No obstante, los Jefes de Estado alientan al gobierno de Ruanda y a la RD Congo a continuar las conversaciones bilaterales.[14]



[1] Cf BBC – Kampala, 1/08/2013 (vía mediacongo.net)

[2] Cf Omar Kavota – Sociedad Civil de Kivu del Norte, 01.08.2013

[3] Cf Radio Okapi, 04.08.2013

[4] Cf Radio Okapi, 24.11.’12; AFP – Kampala, 24.11.2012 en « Congo Actualité » n. 168 del 05.12.2012

[5] Nota de la redacción

[6] Cf Radio Okapi, 04.08.2013

[8] Cf Radio Okapi, 01.08.2013

[9] Cf Radio Okapi, 01.08.2013

[10] Cf Radio Okapi, 31.07.2013

[11] Cf « La Voix de l’Amérique – Africatime », 01.08.2013

[12] Cf « L’Avenir » – Goma, 18.07.2013

[13] Cf Radio Okapi, 26.07.2013

[14] Cf Radio Okapi, 02.08.2013

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Esta traducción al español se ha realizado por las traductoras Marcela AriasRocío Agüero Rodríguez dentro de la iniciativa PerMondo. PerMondo traduce textos y páginas web de forma gratuita para asociaciones sin ánimo de lucro. Patrocinador: agencia de traducción Mondo Agit.

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